15 de julio de 2020
La discriminación hacia las poblaciones indígenas y en contra de las personas migrantes o residentes nicaragüenses en Costa Rica ha sido un problema social persistente del Estado costarricense; este se agrava en momentos de crisis como la que estamos viviendo producto de las medidas sanitarias por la enfermedad del COVID-19. Esta crisis sanitaria ha puesto aún más en evidencia la profunda brecha de desigualdad social, económica y educativa, y vemos como su avance se ha acelerado en coincidencia con las escasas condiciones sociales de las comunidades más empobrecidas.
El impacto sorpresivo y negativo de esta enfermedad, ha provocado miedo al contagio, a la muerte y al sufrimiento. Si bien estos sentimientos y emociones son humanas y comprensibles delante de tanta incertidumbre, también son susceptibles de convertirse en xenofobia y discriminación racial instaladas en nuestra cultura costarricense contra aquellas personas que consideramos diferentes. Esto lo hemos visto en las últimas semanas en contra de personas migrantes nicaragüenses y comunidades indígenas a quienes convertimos en víctimas de actos crueles y denigrantes.
Es por eso que la Escuela de Antropología de la Universidad de Costa Rica se pronuncia rotundamente en contra de cualquier tipo de discriminación hacia cualquier persona por su país de procedencia o grupo cultural, y repudia, contundentemente, los hechos ocurridos frente al albergue de la Comisión Local de Emergencias en el barrio Carmen Lyra, en el cantón Turrialba y donde estaban en cuarentena personas pertenecientes a la comunidad indígena Cabécar.
Estas personas se encontraban en aislamiento porque no podían regresar a sus hogares en el Territorio Indígena Chirripó, tanto por representar un riesgo de salud para el resto de sus familias y habitantes del Territorio como por las dificultades de acceso que enfrenta esta comunidad, producto de la deuda social, política y económica del Estado costarricense con todas las poblaciones indígenas del país.
Estos actos son racistas, amenazantes, acosadores y violentos, por lo que manifestamos nuestro apoyo a las autoridades locales que han realizado esfuerzos para proteger la integridad de estas personas, a la vez instamos a las autoridades nacionales a garantizar su protección y el derecho humano de vivir libre de discriminación y violencia.
Escuela de Antropología, Universidad de Costa Rica